De reivindicativo podemos calificar el último Alderdi Eguna, en el cual la cúpula del PNV ha exigido, cada uno a su manera, que Pedro Sánchez haga honor a su palabra y transfiera las todavía cuarentatransferencias en manos del Estado, en especial prisiones y seguridad social
Este ha sido el leitmotiv de todos los dirigentes del PNV que han participado en el Alderdi Eguna, que es como se conoce entre los jeltzales al Día del Partido.
Cada uno a su manera, y con la dirección delegada en el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, destacados líderes del nacionalismo burgués vasco, ha exigido a Pedro Sánchez que cumpla con lo acordado.
El acto central de la celebración ha recaído en sendos discursos, protagonizados por el Lehendakari, Iñigo Urkullu y por el presidente del partido, Andoni Ortuzar, que tambíen han incidido en que los políticos catalanes presos tienen que ser liberados cuanto antes.
De hecho, durante los mítines se ha podido ver en uno de los laterales del escenario un gran lazo amarillo, símbolo que utilizan los independentistas catalanes para recordar a lo que ellos llaman «presos políticos».
Lugar de excepción en los parlamentos de ambos ha tenido el recuerdo al gobierno de Pedro Sánchez de que el apoyo que dio el PNV a la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy de La Moncloa, tiene un precio.
Ese estipendio es, ni más ni menos, culminar las aproximadamente cuarenta transferencias que todavía mantiene el Estado. Y entre ellas, las más jugosas para el PNV son la gestión de la Seguridad Social y la transferencia de la gestión de prisiones.
Ortuzar también le aconsejó a Pedro Sánchez que no se obsesione con la «derechona» y que tampoco le ciegue las encuestas de favorables intención de voto, ya que hasta los próximos comicios necesita los votos del PNV como «agua de mayo».