Ni siquiera un oráculo, menos por tanto los analistas políticos, pueden augurar si se romperá el acuerdo de gobierno entre el PSE – EE y el PNV. En la cara de la moneda, los desacuerdos profundos en la gestación del nuevo estatuto, en el enves, que el «partido hermano» del PSE – EE, está nuevamente en La Mocloa, con lo conveniente que es para el partido que preside Andoni Ortuzar, tener «línea directa» con Pedro Sánchez
Es una acuciante pregunta que se hacen muchos analistas políticos. ¿El radicalismo que están mostrando el PNV y EH Bildu en la gestación del nuevo estatuto, podría provocar que que se rompiera el acuerdo de gobierno que mantiene con el PNV, tanto en ayuntamientos como en diputaciones y gobierno Vasco.
En un acto de funambulismo político, el PNV pretende, al mismo tiempo que intenta ampliar el número de votos en el parlamento Vasco a fel nuevo estatuto, no perder el acuerdo estratégico con EH Bildu.
Además, el PNV puede jugar con la baza de la invisibilidad, de cara a la ciudadanía y los votantes, de la participación del PSE – EE en el gobierno Vasco, algo que siempre ha sabido capitalizar muy bien el PNV en todos los gobiernos en los cuales ha tenido como aliado al socialismo vasco.
A pesar de ese efecto inevitable, la invisibilidad de los socios de coalición, el PSE – EE ha querido dar un fuerte acento social a su participación en el ejecutivo de Lakua.
Nadie se engaña, además, al valorar como de mera supervivencia, que el PSE – EE aceptase un gobierno de coalición con el PNV, y que los jeltzales se unieron pensando que Pedro Sánchez podía llegar a La Moncloa.
Y ahora que el PSOE vuelve a gobernar España, el partido que fundase Pablo Iglesias Posse, está en pronunciado ascenso en la previsión de votos si se produjesen unas buenas elecciones, gracias, en gran parte, a un gobierno progresista y que esta teniendo valentía como para tomar muchas medidas en favor de las clases medias y trabajadoras.