Izquierda Socialista se ha mostrado contraria a que con los votos del PSE – EE, haya salido adelante la rebaja del impuesto de sociedades, que se queda en un 24%. Desde esa corriente del PSOE y el PSE – EE, se quejan de que esta reducción de las cotizaciones de las empresas forma un coctel mortal con la rebaja de la calidad y la cantidad de los servicios públicos
Izquierda socialista, ha protestado oficialmente por que el PSE – EE haya aprobado la reducción de impuesto de sociedades, qué en estos momentos, tras la reducción, es del 24%, mucho más de lo que la generalidad de los contribuyentes, pagan en su IRPF
Desde el sector que capitanea José Antonio Pérez Tapias, se valora como «incomprensible», que se haya aceptado las presiones de la derecha.
Izquierda Socialista de Euskadi, es una corriente interna del PSOE, que en un comunicado de prensa ha subrayado que las promesas de hacer frente a la presión de la derecha, en lo que respecta al impuesto de sociedades, no han servido de nada.
Máxime cuando con los votos del PSE – EE, pero no solo, se ha bajado dicho impuesto al 24%, lo que supone bajarlo, por debajo de la media estatal. Para Izquierda Socialista, la explicación de que el partido se ha visto obligado a aceptar las presiones del Partido Popular, suena a huera.
Para esta corriente de opinión, esa decisión es incompatible con los acuerdos a los que se llegó en el 39 Congreso Federal y el giro a la izquierda que Pedro Sánchez había prometido, en su programa electoral, a toda la militancia.
Esta reducción del marginal del impuesto de sociedades en Euskadi, hace que la derecha económica triunfe una vez más, en unos momentos en los cuales todavía se sienten los devastadores efectos de los recortes impuestos por la crisis económica.
Por todo ello, desde Izquierda Socialista, se exige un rechazo frontal a la aprobación de los presupuestos vascos del 2018, y en su lugar se apuesta por unos presupuestos expansivos que mejoren la Administración vasca.
Izquierda Socialista también pone el foco sobre el Parlamento vasco, donde las fuerzas, teóricamente de izquierdas, superan en número de diputados a lo que cabría calificar de “las derechas”.