A pesar de que son muchos los economistas, qué desde la izquierda, no dudan en expresar que el Cupo vasco no es sino un dumping fiscal, aprobar dicho cupo va a permitir que «se abra el melón», sobre la nueva relación fiscal de las autonomías no sujeas a un régimen foral con el Estado.
Los grupos de izquierda del Congreso vincularán el apoyo la Cupo vasco con la reforma de la financiación para el resto de las autonomías que no tienen capacidad normativa.
Recordemos, que el pasado jueves se aprobó la norma fiscal, con el apoyo de todos los grupos políticos, excepto Ciudadanos y Compromís, siendo aprobado inclusive por el PP, que cuando le interesa enarbola “Santiago y cierra España”.
Tanto el PSOE como Unidos Podemos, han pactado un «Do ut des», esto es, Cupo vasco a cambio de una mejora sustancial en la financiación de las comunidades autónomas que no tienen capacidad de normatividad fiscal.
A pesar de que dentro del PSOE se han alzado algunas voces en contra del acuerdo, los diputados del partido político que fundase Pablo Iglesias Posse, han votando en bloque a favor del Cupo vasco.
Las voces más disconformes con el acuerdo, provienen del socialismo valenciano y andaluz, que ponen el acento en la insolidaridad de semejante actuar fiscal de las haciendas vascas.
En lo que respecta al resto de las comunidades autónomas, impera el «café para todos», y como muestra la reciente multitudinaria manifestación, que se ha celebrado en Madrid pidiendo, con el presidente autonómico en la cabecera, una financiación justa para Valencia.
Aprobar el Cupo, también le ha servido al PP para muñir otro acuerdo, el que liga al PNV para la aprobación de los presupuestos generales del estado para el 2018, y que ha hecho que los jeltzales hayan apoyado en el Parlamento vasco, la bajada del impuesto de sociedades.