Todavía no hay entente, pero tanto el PSE – EE como el PNV, se dan tiempo para lograr un acuerdo en la reforma de la fiscalidad vasca. De este modo, se modificaría la tributación, tanto de IRPF como de impuesto de sociedades, siendo este último el principal escollo que impide, por ahora, el acuerdo

A pesar de que desde julio la negociación no ha avanzado un ápice, tanto el PSE – EE como el PNV continúan en negociaciones, a pesar de los escollos evidentes que se están encontrando. El principal de ellos es el impuesto de sociedades.

La polémica se centra en el tipo de graven, que a partir de ahora, tiene que tener el impuesto que pagan las sociedades que tienen su sede fiscal en cada uno de los territorios históricos.

A pesar de la falta de acuerdo, las dos formaciones políticas, que mantienen un acuerdo de gobierno, son de la opinión de que siempre va a haber tiempo de acercar posturas, posicionamiento que también maneja Idoia Mendía.

Será en la reunión del Consejo Vasco de Finanzas, cuando se pondrá punto a final a las negociaciones entorno a la nueva tributación que regirá en Euskadi. Hay que recordar que es cada uno de los territorios históricos, y sus haciendas forales, las que tienen que tomar la última decisión.

Lo ideal para ambas partes, es que después del acuerdo, las tres haciendas vascas tuvieran tiempo para aprobar el acuerdo, y que la normativa estuviese aprobada antes del 31 de diciembre de este año, para que la norma entrase en vigor el uno enero del 2018.

De este modo, el acuerdo incluiría impuesto de sociedades e IRPF, los contribuyentes tendrían una comprensión clara sobre la manera en la que les afecta la reforma.

El horizonte fiscal del PNV es el de rebajar el tipo nominal del impuesto de sociedades, del 28% actual al 25%, como una manera de que la CAPV seas más «atractiva», desde el punto de vista fiscal, de cara a que las empresas radiquen en ella.

Fuente – El Correo    |    Imagen – socialistasvascos