El gobierno nacionalista, amparado en su mayoría absoluta, ha culminado el expolio del patrimonio de Sestao con la enajenación del terreno del depósito de aguas de Kueto.

Lo saca a subasta por un precio de salida de casi 4 millones de euros para ponerlo a disposición de la iniciativa privada, o lo que es lo mismo, para que alguna empresa haga negocio con terreno público.

La oposición ha votado en contra, a excepción del otro partido de derechas, el PP, que se ha abstenido.

La construcción de vivienda en Kueto, pese al triunfalismo del PNV, lleva ya más de seis años de retraso. Fue el gobierno socialista en el ayuntamiento quien en 2011 firmó un acuerdo con Diputación para que en septiembre de ese mismo año comenzaran las obras de construcción de 143 viviendas y 207 plazas de aparcamiento.

Para desgracia de Sestao, el triunfo del PNV en las elecciones municipales de ese año supuso que el ayuntamiento renunciase a exigir a Diputación el inicio de las obras. Seis años después rompen el convenio de común acuerdo.

Además, las viviendas previstas debían ser todas de protección o precio tasado, según el acuerdo plenario de todos los grupos políticos, para garantizar que los vecinos y vecinas de Sestao puedan acceder a una vivienda digna a precio asequible.

El proyecto aprobado por los nacionalistas prevé, sin embargo, un 60 por ciento de vivienda libre, 20 por ciento de pisos tasados y 20 por ciento de VPO, el mínimo que exige la ley. Por supuesto, no habrá parcelas de aparcamiento a precios asequibles.

En resumen, seis años después del inicio previsto de las obras, el gobierno del PNV rompe el convenio, saca el suelo público a subasta para que alguna empresa pueda hacer negocio con el patrimonio municipal, los vecinos se quedan sin poder aparcar, y tiene el valor de venderlo como una gran gestión.