En su mensaje de fin de año, el Lehendakari Urkullu se ha felicitado de la situación de estabilidad política, social y económica que se vive en Euskadi, contraponiéndola a la crisis institucional que se vive en Cataluña
Ha sido uno de los mensajes centrales del Lehendakari Urkullu en su mensaje de fin de año, calificando la situación política vasca de «microclima de moderación y acuerdos».
Sin embargo, los grupos políticos de la oposición no son tan optimistas, ya que el nuevo curso político comienza con los presupuestos prorrogados debido a la inexistencia de una mayoría parlamentaria que los pueda sacar adelante.
Formaciones políticas, como es el caso de EH Bildu, aunque admiten la «balsa de aceite» en que se ha convertido la vida política vasca, llaman a aprovechar la estabilidad para, por ejemplo, aprobar las cuentas del año en curso.
Además, según el parlamentario Iker Casanova, esos acuerdos políticos de amplio espectro no se están dando, y como muestra la fallida negociación a tres bandas entre EH Bildu, PSE – EE y PNV no han logrado aprobar los presupuestos.
Además, para Elkarrekin – Podemos, en Euskadi hay varios frentes abiertos, entre los que se encuentra la crisis de La Naval, la problemática de los pensionistas y la precariedad laboral de mujeres y jóvenes.
Desde el PP vasco no se ahorran críticas al PNV y al Lehendakari, acusándoles de generar inestabilidad política con el apoyo a la moción de censura contra Mariano Rajoy, que logró «descabalgar» al PP del gobierno de España.
Desde su socio de gobierno, el PSE – EE, se atribuye la estabilidad política, social y económica que vivimos en Euskadi al buen actuar de los cargos socialistas en los gobiernos locales, forales y autonómicos.
Dentro del PNV, en boca de Joseba Eguibar, se considera que el Lehendakari Urkullu está, casi en tiempo real, supervisando los problemas económicos y sociales que se producen en Euskadi.