No parece que el acuerdo entre PSE – EE y PNV, sobre la fiscalidad vasca, vaya a llegar a buen puerto, después de que los socialistas no hayan aceptado la rebaja del nominal del impuesto de sociedades. A pesar de ello, los pequeños «retoques» son vendidos como un éxito
Sin acuerdo sobre la modificación del impuesto de sociedades, parece que ha terminado la última ronda negociadora entre el PSE – EE y el PNV. De lo que se trataba es de llegar a un acuerdo en la rebaja nominal de ese tributo.
Se trata, por tanto, de una reforma que el PNV no puede protagonizar, sobre todo porque carece de junteros suficientes como para impulsar la reforma en ninguno de los tres territorios históricos.
La ambiciosa reforma que pretendía el Consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, quedó rebajada a negociar unos «retoques», los cuales ni siquiera han fructificado. Sin embargo, PSE – EE y PNV todavía mantienen la interlocución abierta.
La idea, de ambas formaciones políticas, sea cual sea el resultado de la negociación, es calificar de acuerdo cualquier modificación, por pequeña que sea, de la tributación vasca.
Inclusive, los pequeños ajustes que se logran todos los años, van a ser considerados como éxitos en la negociación.
Para hacer menos pedregoso el camino, se espera que el PSE – EE revoque la norma que aprobó con EH Bildu, que modificaba el impuesto de patrimonio en Guipúzcoa, y que ha traído como resultado una fuga de contribuyentes a otros territorios históricos.
La norma fiscal guipuzcoana, consistía en que no había límite de tributación por Patrimonio, mientras, que en Álava y Bizkaia, ningún contribuyente acaba gravado con más de un 65% de carga fiscal.
Fuente – El Correo | Imagen – Photo – Mix