La incompetencia en la gestión y el incumplimiento de promesas electorales están detrás de estos datos

El último año ha sido nefasto para seguridad ciudadana en Sestao. Los delitos han aumentado un 29 por ciento, el mayor incremento entre los grandes municipios de Euskadi.

Si nos comparamos con los pueblos de nuestro entorno, con poblaciones y tejidos sociales similares, los datos son aún más preocupantes: 7,8% más que Trapagarán, 11,34% más que Barakaldo, 49,73% más que Portugalete y 131,45% más que Santurtzi.
“La causa directa de este aumento de la delincuencia en Sestao hay que buscarlo en la incompetente gestión del alcalde, Josu Bergara, y de su equipo del PNV, que se presentó a las elecciones con la promesa de un plan de seguridad que, dos años después, aún estamos esperando”, explica la portavoz socialista Alexia Castelo.
Tampoco hay noticias de la auditoria de seguridad del municipio, los Planes de Calidad y Mejora de los servicios policiales, o la convocatoria trimestral de la Mesa de Seguridad (se ha convocado una vez en dos años), que eran otras de las promesas del actual alcalde.
Este gobierno ha abandonado además los programas de empleo que reforzaban la seguridad del municipio. Los vigilantes y serenos no sólo proporcionaban una oportunidad de formación y trabajo a vecinos de Sestao sino que eran los ojos y los oídos de la policía, que permitían que las actuaciones de los agentes fueran más efectivas.
También está diezmando la plantilla de la policía local, al no cubrir las vacantes que se crean por jubilaciones, traslados o excedencias. En este momento hay 18 puestos  que no tienen titular, de un total de 65.
El gobierno del PNV tampoco tiene un plan concreto de actuación para la prevención de los delitos, lo que significa renunciar a controlar y perseguir el trafico y consumo de estupefacientes, sobre todo en los entornos de los Institutos, de la Iglesia de Santa María y de los Tres Concejos. Una situación que se ha agravado por la decisión del equipo nacionalista de despedir al técnico de prevención de drogodepedencias del ayuntamiento.
El PNV ha destrozado en dos años el trabajo de la anterior legislatura, con gobierno socialista. En esos años se cubrieron todas las plazas de policías locales que estaban vacantes, mediante una oferta pública de empleo que dio estabilidad y rejuveneció  la plantilla de la polícia.
Se consiguió del Gobierno vasco una mejora de los medios de la comisaría de la Ertzaintza, ampliando el número de agentes y dotando a la Brigada móvil con 100 miembros más, para no restar personal a las comisarías.
Se estableció un plan conjunto de actuación entre la Ertzaintza y la Policía Local, con patrullas a pie, operaciones conjuntas de lucha contra la droga o controles aleatorios, y se pusieron en marcha diferentes planes de empleo para disponer de   vigilantes y serenos que controlaban las calles y los accesos a los colegios e institutos, donde se hizo una importante labor preventiva contra el tráfico y consumo de estupefacientes en los entornos escolares.
Esto permitió reducir el número de delitos hasta situarnos mejor que cualquier municipio de la zona, lo que no impidió que el PNV hiciera campaña con este tema y degradara la imagen del municipio, ayudados por grupos que llegaron a crear patrullas vecinales y que ahora están desaparecidos.
El grupo socialista quiere revertir la situación, y para ello ha pedido que se convoque una Comisión de Interior y Seguridad, a la que se niega el delegado de Seguridad Ciudadana Gorka Egia, que incumple la ley con el pretexto de que está recopilando datos. Hay que recordar que esos datos ya los presentaron a la prensa hace más de un mes.
“La Comisión no es para degradar la imagen de Sestao, como hacía Josu Bergara y el PNV cuando estaba en la oposición, sino que se solicita para presentar alternativas que reduzcan los problemas de seguridad a los que se enfrenta Sestao”, señala Castelo.
Estas alternativas del grupo socialista pasan por elaborar en el plazo de un mes un Plan Estratégico para prevenir la delincuencia. Un plan que debería contar con la participación de las asociaciones de vecinos, comerciantes, directores de centros educativos, etc.
Tendría que actualizar el mapa delincuencial por Barrios realizado en la anterior legislatura, para proponer medidas concretas que reduzcan o prevengan las situaciones específicas que se detecten.
Debería reactivar el Plan de actuación conjunta Ertzaintza-Policía Local, establecer como modelo de actuación el Policía de Barrio, realizar operativos para prevenir y perseguir el tráfico y consumo de droga, y controlar el absentismo escolar y los incumplimientos de la normativa de convivencia (tenencia de animales peligrosos, heces de animales, destrozos de mobiliario, molestias por ruido, …)
Frente a estas propuestas, el PNV ha mandado hoy una nota con actuaciones que ya se han hecho y otras directamente falsas, como el anuncio de un acuerdo entre policía local y ertzaintza, que no existe.