El Secretario de Organización del PSOE, José Luís Ábalos, considera que la solución que ha dado el PP a su última crisis es la peor de las posibles; Ábalos ve en la búsqueda de las «esencias» un subterfugio para no mostrar a la sociedad que Pablo Casado carece de proyecto político
De regresión y no de regeneración, califica el PSOE el resultado del último congreso del Partido Popular, que ha entronizado a Pablo Casado como nuevo presidente del principal partido de la derecha española.
De cualquier modo, y en opinión del Secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, es bueno para la democracia que exista un partido conservador, fuerte y responsable, aunque eso no fue óbice para que criticase que Pablo Casado haya llegado a la cúspide del partido que presidiera José María Aznar.
Para el cargo socialista, la regresión que ha experimentado el PP es fácilmente entendible, porque como declaró en un acto de partido en la Comunidad Valenciana, cuando un partido pierde el poder, habitualmente tiende a refugiarse en las «esencias».
Calificando los resultados del último congreso del PP, de volver al fundamentalismo, augura que dicho giro no traerá nada bueno ni para el PP ni para España, considerando también que ahora el PP tendrá lidiar con una fuerte competencia de Ciudadanos.
Para Ábalos, ahora se va a establecer una dura pugna por ver quién – Ciudadanos o PP – es más de derechas y quien lanza la bravuconada más extrema, por lo que adivina una oposición bronca de ambas formaciones políticas a gobierno de Pedro Sánchez.
El diagnóstico del PSOE es que el Partido Popular se «ha tirado al monte», pero sin tener un proyecto político a las espaldas, cifrando, al menos por el momento, todo su éxito, en armar el mayor ruido posible tanto en el Congreso como en el Senado.