El balance positivo que hace el PSE – EE de la coalición de gobierno que mantiene con el PNV en el Gobierno Vasco, Diputaciones y un sinfín de ayuntamientos, hace pensar a los socialistas de reeditar ese pacto de gobierno una vez que se hayan sustanciado las elecciones municipales y autonómicas
La continuación de la alianza política entre el PSE – EE y el PNV la ha aventurado José Antonio Pastor, portavoz del grupo socialista en la Cámara de Lakua, una vez se celebren las elecciones municipales y forales.
Ha día de hoy, la alianza electoral entre el nacionalismo moderado y el socialismo vasco se desarrolla fluidamente en el Gobierno Vasco, las tres Diputaciones y en un sinnúmero de ayuntamientos.
José Antonio Pastor ha hecho una valoración positiva de los acuerdos entre ambas formaciones políticas, y ha considerado “previsible y lógico” que esos acuerdos se mantengan una vez celebras las elecciones autonómicas y municipales.
Sin embargo, el PSE – EE, se conduce con cautela, habida cuenta que quedan todavía trece meses para la próxima contienda electoral. Además, y haciendo bueno el refrán de «no vender la piel del oso antes de haberlo cazado», los resultados electorales todavía son, aunque previsibles, desconocidos.
Otro motivo por el que el PSE – EE no quiere adelantar acontecimientos, es porque las posibles alianzas electorales del socialismo Vasco, tendrán que ser refrendadas por la militancia por medio de votación.
El PSE – EE hace una lectura satisfactoria de como se han desarrollado los gobiernos bipartitos en Gobierno Vasco, diputaciones y un buen número de ayuntamientos. Producto de esa valoración tan positiva, el PSE -EE expresa la voluntad de continuar con sus acuerdos de gobierno.
Lo que si quiere poner en valor el socialismo vasco, es que su presencia en la coalición de gobierno ha servido para imprimir un giro más social a las políticas que se han desarrollado en los ámbitos nacionales, provinciales y municipales.
Por otro lado, desde el PSE – EE, también se quiere destacar que su presencia en labores de gobierno ha permitido dar estabilidad a la política vasca, lo que ha permitido ayuntamientos y diputaciones más centradas.