El Pleno del Ayuntamiento de Ortuella aprobó ayer, 27 de marzo, la propuesta del PSE-EE por la que se insta al Departamento de Educación a poner en marcha, mediante convenios con los Ayuntamientos, un Plan de Refuerzo Alimentario, por el que en los centros educativos sostenidos con fondos públicos, además de la comida del mediodía, se pueda suministrar un desayuno y/o merienda al alumnado que se encuentre en situación de exclusión social o riesgo de padecerla, a fin de garantizarle, al menos, dos comidas diarias y cubrir adecuadamente sus necesidades de alimentación básicas.
Así mismo, el acuerdo del Pleno de ayer, compromete al Ayuntamiento de Ortuella, una vez puesto en marcha dicho Plan, a firmar el correspondiente convenio para aplicarlo en los correspondientes centros escolares del Municipio.
La propuesta del PSE-EE fue aprobada con el voto en contra del PNV, que había presentado una moción “alternativa” que fue rechazada. Como respuesta a una moción en la que el PSE-EE planteaba una iniciativa concreta, el PNV respondió con otra moción, supuestamente alternativa, llena de generalidades, obviedades y una total autocomplacencia.
Tal y como se decía en la propuesta del PNV, por supuesto que el sistema vasco de garantía de ingresos e inclusión social está jugando un papel esencial en lo que se refiere a la contención de las situaciones de pobreza infantil en Euskadi. Pero la clave está en la palabra “esencial”, porque como muy bien sabemos todos, el PNV incluido, ese sistema es necesario pero no suficiente.
Por supuesto que son las familias las que necesitan la ayuda, pero se da la circunstancia de que, tal y como advierten los informes de Save the Children, de Cáritas y del propio Ararteko, en estos momentos la crisis está llevando a situaciones de necesidad a familias que hasta ahora podían considerarse de clase media o media-baja, que nunca habían tenido la necesidad de solicitar ninguna ayuda del tipo RGI o AES, y que por la sensación de fracaso, de vergüenza y del miedo al qué dirán, no se atreven a dar el paso de solicitar esas ayudas hasta que la situación es ya desesperada, lo que hace prácticamente imposible que las administraciones públicas y los servicios sociales de base, que tienen la obligación de ayudar a estas familias, detecten estas situaciones.
Uno de los ámbitos en los que las administraciones pueden detectar ese grupo de población son los colegios, y son los profesionales de la educación los que tienen la capacidad para detectar en el día a día los cambios en las circunstancias de sus alumnos.
En la moción del PNV se proponía que el Ayuntamiento de Ortuella se comprometa, faltaría más, a seguir profundizando en la colaboración existente entre los centros educativos, la administración educativa y los servicios sociales de base para detectar y analizar posibles situaciones de exclusión social y desprotección entre el alumnado y a adoptar las medidas necesarias para paliarlas. Pero, ¿cuáles son esas “medidas necesarias” que se mencionan de manera tan genérica? Pues bien, aquí tienen una de esas medidas, en la propuesta del PSE-EE, que lejos de provocar alarmas innecesarias, pretende afrontar la situación con serenidad y seriedad, a través de la colaboración entre las diferentes administraciones con medios tanto económicos como materiales y humanos.
Creemos que no debemos ser víctimas del “falso orgullo” de que Euskadi es más rica que la media y que en Euskadi no se dan situaciones tan dramáticas como en otras comunidades autónomas, en las que ya se han puesto en marcha iniciativas como la que hemos presentado, y que ese “falso orgullo” nos lleve a ignorar y a dejar abandonadas a su suerte a esas familias que por vergüenza no se atreven a dar el paso de pedir ayuda.